¡Ey Siri! ¡Bienvenido a casa!
En ese momento las persianas se suben, la luz se enciende en función de la iluminación exterior, la temperatura se ajusta dependiendo de la estación del año en la que estemos y se enciende la música.
Previo a este momento, nuestro hogar, de forma automática habrá subido o bajado las persianas para ahorrar energía y dejar que la luz solar entre o no a través de las ventas, habrá encendido nuestro sistema de climatización para mantener una temperatura óptima y la iluminación exterior se ajustará dependiendo del momento del día y la afluencia de personas.
Nosotros habremos podido controlar previamente el estado de la vivienda, el consumo en electricidad puntual y lo que nos hemos gastado durante el mes anterior. Sabremos si hay alguien en casa y si nuestro sistema de alarma está funcionando. Tendremos la seguridad de que ante alguna incidencia como un grifo abierto o un escape de gas, seremos notificados y nuestro sistema actuará para que el daño no se convierta en irreversible.
Podemos darle el nombre que queramos, lo que sí es cierto es que a partir de ahora HomeKit hará que la automatización residencial sea popular y que tanto empresas como usuarios quieran formar parte de este mundo conectado en el “Internet de las cosas”.
HomeKit en principio no será más que un integrador de dispositivos y tecnologías, veremos como a partir de ahora los fabricantes lanzarán sus API’s de integración con HomeKit y cómo inevitablemente la domótica tenderá a una integración completa con el protocolo IP.
Protocolos como KNX, LUTRON, AMX, LONWORKS… tienen la tarea de adaptarse a las novedades del mercado y facilitar al usuario final el uso de las nuevas tecnologías.
En poco tiempo hablaremos a nuestro hogar desde el reloj, como si del coche fantástico se tratase. No, no estamos hablando de ciencia ficción, es la realidad actual.